🌿 Día Internacional de la Familia: Mucho más que una celebración
Hoy no te voy a hablar de la familia perfecta (esa que aparece en las fotos de revista y en redes sociales).
Voy a hablarte de la familia real, la que construye (o a veces sin querer, también hiere) y la que juega un papel fundamental en la salud mental de niños, adolescentes y adultos.
Como psicóloga, con enfoque en neurociencias y desarrollo infantil y adolescente, veo en consulta cómo muchas de las dificultades emocionales que enfrentamos como adultos tienen raíces profundas en las dinámicas familiares.
La familia es nuestro primer laboratorio emocional.
Ahí aprendemos, por imitación y repetición, cómo expresar lo que sentimos, cómo resolver conflictos, cómo pedir ayuda… o cómo guardarnos todo.
🧠 Lo que nos dice la neurociencia sobre la familia
La neurociencia social ha demostrado que las primeras interacciones con nuestros cuidadores moldean la arquitectura cerebral, especialmente en áreas como:
- Regulación emocional (autocontrol, manejo de la frustración)
- Gestión del estrés
- Capacidad de vincularnos de forma segura con otros
- Autoestima y percepción de valía personal
Estas conexiones neuronales se fortalecen (o debilitan) en función del tipo de apego, la calidad de la comunicación y la forma en que se gestionan las emociones en casa.
🧩 Familia y aprendizaje emocional: Una mirada desde la psicología cognitivo-conductual
Desde el enfoque cognitivo-conductual (TCC), entendemos que los niños aprenden a interpretar el mundo a través de pensamientos automáticos que se originan en experiencias significativas, muchas de ellas en el entorno familiar.
🔸 Un niño que crece en un ambiente donde se minimizan sus emociones puede desarrollar pensamientos como:
“Lo que siento no importa” o “Si me expreso, molesto a los demás”.
🔸 Por el contrario, cuando enseñamos a validar emociones, resolver conflictos con respeto y ofrecer alternativas conductuales, se forman pensamientos más saludables:
“Mis emociones son válidas” o “Puedo pedir ayuda cuando la necesito”.
Esto tiene un impacto directo en la autoestima, la autonomía emocional y la capacidad de resolver problemas en la vida adulta.
🏡 Crianza consciente en tiempos de hiperconexión
Hoy, más que nunca, las familias enfrentan el reto de mantenerse conectadas emocionalmente en un mundo donde lo digital muchas veces nos desconecta de lo esencial.
No se trata de cantidad de tiempo, sino de calidad en los vínculos.
Recomendaciones desde mi práctica profesional:
✅ Crear momentos diarios sin pantallas para compartir y conversar.
✅ Enseñar a los niños a poner nombre a lo que sienten.
✅ Establecer límites claros, con afecto y coherencia.
✅ Practicar la escucha activa (sin interrumpir, sin juzgar).
✅ Validar las emociones, incluso cuando no estemos de acuerdo.
✅ Cuidar también la salud mental de los adultos en casa.
✨ Conclusión: La familia como factor protector
La familia puede ser un factor de riesgo o un factor protector para la salud mental.
No buscamos perfección, buscamos construir vínculos seguros donde cada miembro pueda ser visto, escuchado y respetado.
En este Día Internacional de la Familia, mi invitación es a reflexionar:
🔹 ¿Qué tipo de experiencias emocionales estamos ofreciendo en casa?
🔹 ¿Cómo podemos mejorar la forma en que nos comunicamos y acompañamos?
Porque cuidar de la familia es cuidar de nuestra salud mental, desde la raíz.
— Rosa Bernal Hernández
Psicóloga Mg. en Neurociencias | Especialista en Infancia y Adolescencia | Psicología Cognitivo-Conductual