Consulta psicológica virtual: cómo la terapia online puede ayudarte desde cualquier lugar

Person on a video call with eight others on a laptop screen, sitting in a cozy room by a fireplace.

Soy Rosa Bernal, psicóloga clínica, magíster en neurociencias sociales y especialista en desarrollo integral de la infancia y adolescencia. Llevo más de una década acompañando procesos terapéuticos, y hoy quiero hablarte de algo que ha transformado la manera en la que nos cuidamos emocionalmente: la consulta psicológica virtual.

¿Por qué elegir una consulta virtual?

La virtualidad llegó para quedarse. Muchas personas aún dudan de si una cita por videollamada puede ser tan efectiva como una presencial. Y déjame decirte: no solo es posible, sino que en muchos casos es más conveniente y accesible.

Te comparto algunos de los beneficios que veo cada día en consulta:


1. Accesibilidad sin fronteras

Vivo en Cali, pero gracias a la consulta online he podido acompañar a pacientes en Bogotá, Medellín, Europa e incluso zonas rurales de Colombia. No importa si estás en una gran ciudad o en un pueblo pequeño: si tienes conexión a internet, puedes empezar tu proceso.


2. Mayor comodidad y privacidad

Puedes elegir un espacio íntimo y seguro para hablar, sin necesidad de desplazarte o exponerte. Esto ha hecho que personas con ansiedad social o que atraviesan duelos complejos se sientan mucho más tranquilas en su proceso terapéutico.


3. Continuidad en el proceso terapéutico

La virtualidad nos permite mantener la constancia en momentos difíciles: mudanzas, viajes, posparto, enfermedad… la terapia puede seguir sin interrupciones. Esto es clave para que el proceso no pierda fuerza ni dirección.


4. Confianza, vínculo y resultados reales

El mito de que no se genera vínculo en la virtualidad ya quedó atrás. Hoy, las investigaciones en neurociencia demuestran que el cerebro responde con la misma activación emocional en interacciones virtuales que en las presenciales. Lo importante no es el canal, sino la calidez y el profesionalismo del acompañamiento.


5. Acompañamiento especializado

Mi enfoque es cognitivo postracionalista, lo que significa que trabajamos juntos en comprender la lógica de tus emociones, desde tu historia, tus vínculos y tu manera única de ver el mundo. Cada sesión es un espacio de reflexión profunda y cuidado genuino.


¿Es para ti?

Si estás atravesando momentos de ansiedad, confusión emocional, duelos, cambios vitales o simplemente necesitas un espacio para reconectarte contigo, la consulta virtual puede ser una gran herramienta.

Puedes agendar fácilmente desde mi perfil profesional. No necesitas nada más que un celular o un computador, audífonos y disposición a iniciar tu proceso.

Estoy aquí para acompañarte, un día a la vez.

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Identidad y pertenencia en la infancia

Four children with glasses, each having half their face painted in vibrant blue or orange, creating a split image.

Los símbolos culturales en la vida cotidiana

Imagina a un niño con la camiseta de su equipo de fútbol favorito, tarareando el jingle de un restaurante local o dibujando la bandera de su país en una tarea escolar. Estos pequeños actos cotidianos encierran un significado profundo: son símbolos culturales que ayudan a los niños a construir su identidad y sentir que pertenecen a una comunidad. Incluso una marca de comida rápida puede volverse parte del mundo emocional de un niño. En Colombia, por ejemplo, la popular cadena de pollo frito Frisby ha sido recientemente el centro de una disputa legal internacional: una empresa en España registró el mismo nombre y diseño de la marca, lo que encendió un movimiento de apoyo nacional hacia “lo nuestro”. La posibilidad de que Frisby, con más de 40 años de historia, pudiera perder su nombre en Europa impulsó el patriotismo y movilizó a decenas de empresas colombianas para apoyarlaelpais.com. Competidores directos como KFC, Presto o Buffalo Wings publicaron mensajes solidarios –“Porque lo auténtico no se copia, se respeta” decían en redes socialeselpais.com.co– abrazando simbólicamente al pollo Frisby y reivindicando la originalidad de la marca local. Este fenómeno muestra cómo los símbolos culturales cotidianos (una marca de pollo frito, un equipo deportivo, un plato típico) pueden volverse parte de la identidad colectiva, e incluso de la identidad que un niño en formación asume como propia.

En este blog exploraremos cómo los niños desarrollan su sentido de identidad y cómo eventos externos, como esta disputa de marca nacional, pueden influir en su percepción de pertenencia cultural. Hablaremos desde la psicología del desarrollo y la neurociencia, para comprender el proceso interno de los niños y adolescentes al construir su identidad. También reflexionaremos sobre cómo los adultos –padres y educadores– pueden guiar conversaciones con los más jóvenes en torno a temas de identidad, justicia y pertenencia. Finalmente, brindaremos consejos prácticos para fortalecer el sentido de pertenencia cultural y emocional tanto en casa como en el aula, fomentando en nuestros niños una identidad segura, empática y orgullosa de sus raíces.

Cómo se forma la identidad en niños y adolescentes

La identidad de una persona comienza a forjarse desde muy temprano en la vida. Desde el momento en que nacen, los niños empiezan a descubrir quiénes son y cómo encajan en el mundo que les rodeagood2knownetwork.org. En la primera infancia, el núcleo familiar es el primer espejo donde el niño se reconoce. Los vínculos cercanos con mamá, papá u otros cuidadores brindan las primeras definiciones de sí mismo: “soy querido, soy importante, pertenezco aquí”. De hecho, en la infancia el sentido de pertenencia comienza en la familia, y los niños que se sienten queridos, apoyados y seguros en casa tienen más probabilidades de desarrollar un sentido de pertenencia saludableneuroscenter.com. Las palabras y actitudes de los adultos cercanos (cariño, atención, aprobación) van alimentando la autoestima del pequeño y su sensación de ser parte de algo valioso.

A medida que el niño crece, su mundo social se expande. Empieza a identificarse como miembro de nuevos grupos: la clase del colegio, el vecindario, el equipo deportivo o el club de música. La escuela, los amigos y las actividades sociales pasan a ser escenarios clave donde sigue construyendo su identidadneuroscenter.com. En esta etapa, por ejemplo, llevar la camiseta de cierto equipo o preferir la comida que comen sus amigos no es superficial: para un niño puede significar “quiero ser como ellos, quiero pertenecer”. La cultura local (desde el idioma hasta las comidas y celebraciones) va moldeando también ese sentido de quién es y con qué grupos se identifica. No es extraño ver a niños de primaria muy orgullosos de ser de cierta ciudad, fanáticos de un conjunto musical de moda o defensores apasionados de su plato típico favorito. Todo eso aporta piezas al rompecabezas de su identidad.

Al llegar a la adolescencia, la construcción de la identidad entra en una fase crucial y a veces turbulenta. El psicólogo Erik Erikson describió la adolescencia como la etapa de preguntarse “¿Quién soy yo?”, en la que el joven explora diferentes roles y valores en busca de su propia identidadneuroexeltis.es. Los adolescentes empiezan a experimentar con su imagen y sus creencias, se alejan un poco de la familia y miran más hacia sus pares. De hecho, el grupo de amigos se convierte en fuente principal de influencia, y es común que el adolescente desafíe las normas establecidas por los padres mientras busca su propio espacio y vozneuroexeltis.es. Poco a poco, el joven va negociando entre ser único y auténtico (diferente a sus padres, con su estilo propio) y a la vez pertenecer y ser aceptado por su gruponeuroexeltis.es. Encontrar ese equilibrio no es fácil: necesitan sentirse incluidos entre sus amigos, pero sin dejar de ser ellos mismos. Aquí entran en juego tanto la madurez psicológica como la fisiológica: el cerebro adolescente está en plena reorganización, aprendiendo a integrar emociones intensas con un pensamiento más reflexivoneuroexeltis.esneuroexeltis.es. No es de extrañar que sea una montaña rusa emocional, pero es también un “fascinante viaje de transformación” donde consolidarán muchos aspectos de su identidadneuroexeltis.es.

La neurociencia refuerza la idea de que el sentido de identidad y pertenencia no es un lujo, sino una necesidad fundamental para el ser humano. Estudios con imágenes cerebrales han demostrado que el rechazo social duele literalmente: ser excluido activa las mismas áreas del cerebro que el dolor físicoabc.es. En otras palabras, nuestro cerebro reacciona al aislamiento social como si fuera una herida. Esto tiene mucho sentido desde la perspectiva evolutiva: durante milenios, pertenecer a un grupo significó supervivencia, mientras que ser rechazado podía equivaler a peligroabc.es. Por eso, desde bebés mostramos preocupación por la justicia y la aceptación. Increíblemente, investigaciones revelan que incluso a los 15 meses de edad los bebés distinguen situaciones injustas –por ejemplo, si ven que una persona recibe menos comida que otra– y se sorprenden ante esa desigualdadabc.es. Antes siquiera de aprender a hablar, un niño ya anhela un mundo justo y predecible, donde se le trate con cariño y equidad. A medida que crece, ese anhelo se transforma en valores y en identidad: “soy parte de mi familia, de mi clase, de mi país; aquí me cuidan y yo también defiendo a los míos”. En resumen, el sentido de pertenencia se teje desde la cuna y evoluciona durante la niñez y la adolescencia, pasando de la mano protectora de la familia, al abrazo de la comunidad y los amigos, hasta formar una identidad propia que combina lo individual con lo compartido.

Hablando con los niños sobre identidad, justicia y pertenencia

Los niños suelen sorprendernos con sus preguntas y observaciones cuando ocurren eventos que involucran identidad o justicia. Si un niño escucha en casa la noticia de que “una empresa extranjera quiere quitarle el nombre a Frisby” –o cualquier otra situación que sienta injusta– es muy probable que reaccione con indignación genuina: “¡No es justo!”. Este sentido de justicia casi instintivo es algo positivo que podemos aprovechar para guiar una conversación significativa. ¿Cómo abordar estos temas de identidad, justicia y pertenencia de forma adecuada para su edad, sin asustarlos pero tampoco minimizarlos?

En primer lugar, escuchemos lo que el niño tiene que decir. Pregúntele qué entiende de la situación y cómo se siente al respecto. Tal vez exprese enojo (“eso está mal, Frisby es nuestro”), o quizá confusión (“¿por qué alguien le pondría el mismo nombre?”). Hay que validar sus sentimientos y mostrar apertura: “Entiendo que te molesta; a mí también me parece injusto”. Los expertos recomiendan abordar estas conversaciones con mentalidad abierta y deseo de comprender, dejando que el niño exprese sus ideas y haciendo preguntas si algo no nos queda clarowashburn.org. Por ejemplo: “Te oigo decir que copiar está mal, ¿qué piensas que debería pasar ahora?”. Al escuchar activamente, les demostramos que sus opiniones importan y que es seguro hablar de cualquier tema, por complejo que parezca.

A continuación, podemos explicar la situación en términos sencillos y veraces. En el caso de Frisby, por ejemplo, se puede decir: “Frisby es una marca colombiana que queremos mucho. Otra empresa en España usó el mismo nombre y logo sin permiso, y eso ha hecho sentir mal a mucha gente aquí porque Frisby es especial para nosotros”. Es importante destacar los valores en juego: la originalidad, el respeto a lo ajeno, la justicia de proteger lo que una comunidad siente como propio. Podemos mencionar que existen leyes para evitar copiar marcas (introduciendo el concepto de normas y justicia legal) y que la situación se está resolviendo por la vía correcta (los tribunales), lo cual enseña que los conflictos pueden manejarse de forma pacífica y justa.

Durante la conversación, también es útil conectar con otros ejemplos que el niño entienda: ¿Ha ocurrido algo parecido en su entorno? Por ejemplo, “¿recuerdas cuando en el colegio dos equipos querían usar el mismo nombre y tuvieron que solucionarlo hablando con la profesora?” o “es parecido a cuando alguien te copió un dibujo y te molestó, ¿verdad?”. Relacionar con sus experiencias les ayuda a procesar mejor el concepto. Además, si el tema toca la pertenencia cultural, aproveche para preguntarle qué cosas siente él/ella como parte de su identidad: “¿Qué es algo que te guste mucho de ser colombiano/a (o de tu cultura)? ¿Cómo te sentirías si alguien dijera que ya no puedes usar eso?”. Esto les hace reflexionar sobre por qué nos importan tanto nuestros símbolos.

Algo fundamental es transmitir un mensaje de respeto y empatía, incluso hacia quienes están del “otro lado” del conflicto. En nuestro ejemplo, podemos aclarar que no todos los españoles son malos ni mucho menos; aquí el problema es con una empresa específica. Así evitamos que los niños conviertan el orgullo en hostilidad hacia otros grupos. Podemos decir: “Está mal copiar, y por eso muchas personas defienden a Frisby. Pero no vamos a odiar a nadie; solo queremos que se haga justicia”. Este matiz enseña justicia sin caer en prejuicios.

Finalmente, invitemos a los niños a pensar soluciones o acciones positivas. ¿Qué se puede hacer ante una injusticia? Quizá el niño proponga ideas creativas (¡“que todos digan en internet que eso está mal”!, “¡que hagamos un dibujo de apoyo!”). Podemos canalizar esa energía en algo constructivo: escribir una carta (aunque no se envíe, el gesto cuenta), participar en una actividad escolar relacionada, o simplemente aprender más del tema juntos. También podemos mencionar que así como apoyamos lo nuestro, es importante ser honestos y justos en nuestro día a día: no copiar tareas, compartir con los amigos, defender a alguien que sufre una injusticia en el colegio. Conversar sobre cómo cada uno de nosotros puede combatir la injusticia en pequeña escala –por ejemplo, evitando el bullying o alzando la voz cuando algo no es correcto– ayuda a los niños a sentirse empoderados y coherentes con los valores que defiendenwashburn.org. En resumen, hablar de identidad, justicia y pertenencia con los niños requiere escuchar con empatía, explicar con claridad y vincular los grandes temas con valores y acciones cotidianas. Estas charlas, dadas con calidez y sinceridad, siembran en ellos semillas de conciencia, orgullo sano y respeto por los demás.

Consejos prácticos para fomentar el sentido de pertenencia cultural

Después de entender la teoría y la importancia de estos temas, pasemos a la práctica. Tanto en el hogar como en la escuela podemos implementar pequeñas acciones diarias que fortalezcan en los niños su sentido de pertenencia cultural y emocional. Aquí ofrecemos algunas ideas concretas para padres, madres y docentes.

En el hogar

  • Comparte historias familiares y culturales: dedica momentos para contar a tus hijos anécdotas de sus abuelos, de dónde viene la familia, cómo crecieron los padres, o leyendas y cuentos de tu región. Conocer sus raíces ayuda a los niños a entender quiénes son y de dónde vienen. Hablar de la historia familiar y cultural –incluyendo las dificultades superadas y los logros alcanzados por sus antepasados o héroes locales– fortalece su orgullo y resilienciawashburn.org. Por ejemplo, contar cómo los abuelos trabajaron por sacar adelante a la familia, o cómo un personaje histórico defendió a la comunidad, les enseña el valor de su herencia.
  • Celebren tradiciones juntos: involucra a tus hijos en las fiestas y rituales tradicionales. Pueden preparar juntos platos típicos en las fiestas (amasar arepas, hacer buñuelos en Navidad, etc.), cantar canciones tradicionales o vestir trajes típicos en ciertas celebraciones. Explícales el porqué de cada tradición de manera sencilla y alegre. Estas experiencias sensoriales –los sabores, la música, los colores de la cultura– crean recuerdos positivos y asocian la cultura propia con momentos de amor y diversión en familia.
  • Participen en eventos culturales y visitas: si hay un desfile, festival, feria o museo en tu ciudad relacionado con la cultura local, asistan en familia. Ir a un museo del niño o de historia, a una presentación de danzas folclóricas, o a la feria del libro local, por ejemplo, expone a los niños a su patrimonio cultural de forma entretenida. Ver otros niños y adultos celebrar lo propio les refuerza la idea de comunidad. Además, estas salidas ofrecen la oportunidad de dialogar: “¿Qué fue lo que más te gustó de la fiesta? ¿Sabías que esa canción la cantaban tus bisabuelos?”. La idea es que el niño viva su cultura con orgullo y naturalidad, en compañía de sus seres queridoswashburn.org.
  • Fomenta símbolos culturales en casa: incorpora pequeños detalles del país o región en el hogar. Puede ser tener una bandera o algún adorno artesanal visible, cocinar la receta de la abuela los domingos, enseñarles a los niños modismos locales o palabras en la lengua indígena de la zona si la hay. No se trata de ser solemnes todo el tiempo, sino de hacer del hogar un lugar donde lo cultural esté presente con cariño. Por ejemplo: un juego de mesa sobre la geografía o historia del país, películas o cuentos infantiles ambientados en tu cultura, etc. Cuando los niños ven que sus padres valoran esas cosas, ellos también las incorporan a su identidad de forma positiva.
  • Abraza la diversidad con mente abierta: aunque suene paradójico, una forma de fortalecer la identidad cultural es enseñando a respetar y apreciar otras culturas. Si un niño conoce solo “lo suyo” podría verlo como lo único bueno, pero si desde pequeño ve que sus padres disfrutan también de comidas de otros países, que leen cuentos de otras latitudes o tienen amigos de distintas nacionalidades, aprenderá que amar lo propio no significa menospreciar lo ajeno. Por ejemplo, en casa pueden tener “noches del mundo” donde prueben un plato de otro país o vean una película de otra cultura, y conversen sobre las diferencias y similitudes con la propia. Así, el niño se sentirá seguro de sus raíces, sin temor a lo diferente, y desarrollará empatía hacia otras identidades. Esto le da una pertenencia cultural abierta, no cerrada en el chauvinismo.

En el aula

  • Crear un ambiente inclusivo y respetuoso: los docentes pueden establecer desde el inicio del año escolar la idea de que “en esta clase, todos importamos y todos aportamos”. Mostrar interés por las historias de cada alumno (su familia, su barrio, sus costumbres) hace que cada uno se sienta valorado y aceptado. Se puede dedicar un espacio a que, gradualmente, cada niño comparta algo sobre su identidad –por ejemplo, un Show and Tell cultural: que traiga un objeto, foto o canción que represente algo de su familia o comunidad y lo presente a sus compañeros. Esto no solo fortalece el sentido de pertenencia individual (“mi clase me reconoce y respeta”), sino que educa a todos en la diversidad. Los demás niños aprenden a escuchar y apreciar las diferentes procedencias y culturas presentes en el aula. El mensaje clave es: todos somos diferentes y eso está bien; aquí, esas diferencias nos enriquecen.
  • Incorporar la cultura local en el currículo: más allá de las asignaturas formales, un docente puede integrar elementos de la cultura de los alumnos en las actividades. Por ejemplo, en clase de lectura elegir cuentos infantiles ambientados en su país o región, en ciencias mencionar ejemplos locales (animales de la zona, plantas tradicionales), en estudios sociales hablar de héroes nacionales o celebraciones patrias, pero de forma interactiva. Una idea es organizar un pequeño proyecto de investigación cultural: dividir la clase en grupos para que investiguen sobre símbolos nacionales (la bandera, el escudo, una comida típica, un baile tradicional) y luego los presenten creativamente (con dibujos, mapas, maquetas). Al aprender el significado de esos símbolos, los niños los sentirán más cercanos y propios. Por ejemplo, no solo memorizar la fecha de la independencia sino contar la historia como una aventura, o aprender una danza folclórica sencilla en educación física. Cuando la cultura deja de ser un dato y se vuelve una vivencia, el niño internaliza ese orgullo de pertenecer.
  • Literatura y materiales diversos: así como en casa es bueno exponer a los niños a la diversidad, en la escuela también. Asegúrate de incluir libros, imágenes y ejemplos en clase que reflejen distintas culturas y etnias, incluyendo la de tus alumnos. Los niños se sienten muy bien cuando se ven representados en un cuento o en un póster del aula (“¡Mira, ese niño se parece a mí o a mi familia!”). Asimismo, también es valioso que vean representadas otras culturas para cultivar respeto. Por ejemplo, leer historias con protagonistas de orígenes variados, y luego discutir en grupo qué cosas de esos personajes son diferentes a nosotros y en qué nos parecemos. Estas conversaciones guiadas ayudan a que los estudiantes noten que, aunque cambien la comida, el idioma o el aspecto, todos los seres humanos comparten sentimientos y valores (todos se ríen, todos se preocupan por su familia, etc.)washburn.org. Este tipo de actividad refuerza el sentido de pertenencia a la humanidad a la vez que valida la identidad de cada niño.
  • Rituales y proyectos que unan al grupo: construir tradiciones dentro del aula puede dar un fuerte sentido de pertenencia a los estudiantes. Puede ser algo sencillo como tener un saludo especial cada mañana (por ejemplo, un coro de la clase, o una ronda rápida donde cada uno diga cómo se siente), celebrar los cumpleaños de forma colectiva, o crear un mural trimestral con fotos o trabajos de todos. Un ejemplo hermoso es el “árbol de la identidad”: cada niño lleva una hoja de papel recortada con su nombre y un dibujo que lo represente, y juntos pegan sus hojas en un árbol pintado en la pared, simbolizando que “somos diferentes pero estamos en el mismo árbol”. Actividades colaborativas –desde hacer un afiche hasta plantar un jardín escolar– fomentan la colaboración y solidaridad, haciendo que los niños se vean a sí mismos como parte de un equipo donde cada uno es importante.
  • Abordar inmediatamente cualquier atisbo de exclusión: si en el patio de recreo o en clase surge alguna burla, apodo ofensivo o aislamiento hacia un niño por su origen, acento, apariencia, etc., el docente debe intervenir con tacto pero firmeza. Es una oportunidad de educar en valores: conversar con el grupo sobre por qué esas actitudes lastiman (recordando que el dolor de la exclusión es real) y promover la empatía: “¿Cómo te sentirías tú si se burlaran de algo tuyo? Todos merecemos respeto”. A veces una dinámica como “el amigo secreto” enfocado en integración (que cada uno diga algo positivo del compañero que le tocó) puede ayudar. Lo importante es crear una cultura de aula donde los propios niños se apoyen entre sí y no toleren la injusticia o la burla. Cuando un alumno siente que sus compañeros y maestros lo respaldan y valoran tal como es, desarrollará un sentido de pertenencia fuertísimo que puede marcar la diferencia en su autoestima.

Conclusión: creando un sentido de pertenencia positivo

En la aventura de la infancia y la adolescencia, forjar una identidad sólida y un sentido de pertenencia saludable es un pilar fundamental para el bienestar presente y futuro de nuestros niños. Hemos visto cómo, desde gestos tan simples como saborear la comida típica de la abuela o cantar el himno del equipo local, hasta debates nacionales sobre una marca de pollo frito, todo cuenta en la construcción de quiénes somos. Los niños absorben de su entorno señales sobre qué valorar, a quién pertenecer y cómo ver el mundo. Por eso, como adultos, tenemos la hermosa responsabilidad de ser guías y modelos en ese camino: celebrando con ellos sus raíces, escuchando sus inquietudes sobre justicia e identidad, y brindándoles herramientas para navegar un mundo diverso con el corazón orgulloso pero abierto.

Cuando fortalecemos el sentido de pertenencia cultural y emocional de un niño, le estamos dando algo más que conocimiento sobre tradiciones o historia. Le damos seguridad emocional (“soy parte de algo, no estoy solo”), autoestima (“mi cultura y mi persona valen la pena”) y empatía (“puedo apreciar a otros sin dejar de apreciar lo mío”). Un niño que crece sintiéndose arraigado en su familia, en su comunidad y a la vez respetuoso de la diversidad, será un adulto más feliz, confiado y justo. En un mundo cada vez más globalizado, donde las identidades se encuentran y a veces chocan, cultivar en las nuevas generaciones un sentido de pertenencia positivo es sembrar paz y comprensión para el mañana.

Al final del día, todos los padres y maestros deseamos ver a nuestros niños con una sonrisa de orgullo cuando hablan de quiénes son y de dónde vienen. Que sepan saborear un plato típico con gratitud, que canten su canción folklórica favorita a todo pulmón, que defiendan lo que es justo sin temor y que también tiendan la mano al diferente con curiosidad y respeto. Identidad y pertenencia en la infancia van de la mano; son el hogar interno desde donde nuestros hijos podrán salir al mundo con confianza en sí mismos. Construyamos juntos ese hogar, día a día, con cada historia compartida, cada tradición celebrada y cada conversación sincera. Como dice un conocido refrán, “para criar a un niño hace falta la tribu entera” – seamos esa tribu amorosa y consciente, para que cada niño sepa que pertenece, que es único y a la vez parte de algo más grande que él, algo que lo acoge y le da fuerzas: su familia, su cultura, su humanidad. ¡Ese es el regalo de identidad que durará toda la vida!

Fuentes consultadas: La batalla legal de Frisby y el sentimiento de unidad nacionalelpais.comelpais.com.co; Neurociencia y desarrollo del sentido de pertenencianeuroscenter.comneuroscenter.com; Erikson y la identidad adolescenteneuroexeltis.es; Importancia de grupo de pares en adolescencianeuroexeltis.es; Estudios sobre dolor social y necesidad de pertenenciaabc.es; Desarrollo temprano del sentido de justiciaabc.es; Consejos para diálogo y orgullo cultural en niñoswashburn.orgwashburn.orgwashburn.org.

Día Internacional de la Familia: El núcleo que moldea el bienestar emocional

Smiling family sitting on a couch in a bright living room with plants and kitchen in the background.

🌿 Día Internacional de la Familia: Mucho más que una celebración

Hoy no te voy a hablar de la familia perfecta (esa que aparece en las fotos de revista y en redes sociales).
Voy a hablarte de la familia real, la que construye (o a veces sin querer, también hiere) y la que juega un papel fundamental en la salud mental de niños, adolescentes y adultos.

Como psicóloga, con enfoque en neurociencias y desarrollo infantil y adolescente, veo en consulta cómo muchas de las dificultades emocionales que enfrentamos como adultos tienen raíces profundas en las dinámicas familiares.

La familia es nuestro primer laboratorio emocional.
Ahí aprendemos, por imitación y repetición, cómo expresar lo que sentimos, cómo resolver conflictos, cómo pedir ayuda… o cómo guardarnos todo.

🧠 Lo que nos dice la neurociencia sobre la familia

La neurociencia social ha demostrado que las primeras interacciones con nuestros cuidadores moldean la arquitectura cerebral, especialmente en áreas como:

  • Regulación emocional (autocontrol, manejo de la frustración)
  • Gestión del estrés
  • Capacidad de vincularnos de forma segura con otros
  • Autoestima y percepción de valía personal

Estas conexiones neuronales se fortalecen (o debilitan) en función del tipo de apego, la calidad de la comunicación y la forma en que se gestionan las emociones en casa.

🧩 Familia y aprendizaje emocional: Una mirada desde la psicología cognitivo-conductual

Desde el enfoque cognitivo-conductual (TCC), entendemos que los niños aprenden a interpretar el mundo a través de pensamientos automáticos que se originan en experiencias significativas, muchas de ellas en el entorno familiar.

🔸 Un niño que crece en un ambiente donde se minimizan sus emociones puede desarrollar pensamientos como:
“Lo que siento no importa” o “Si me expreso, molesto a los demás”.

🔸 Por el contrario, cuando enseñamos a validar emociones, resolver conflictos con respeto y ofrecer alternativas conductuales, se forman pensamientos más saludables:
“Mis emociones son válidas” o “Puedo pedir ayuda cuando la necesito”.

Esto tiene un impacto directo en la autoestima, la autonomía emocional y la capacidad de resolver problemas en la vida adulta.

🏡 Crianza consciente en tiempos de hiperconexión

Hoy, más que nunca, las familias enfrentan el reto de mantenerse conectadas emocionalmente en un mundo donde lo digital muchas veces nos desconecta de lo esencial.

No se trata de cantidad de tiempo, sino de calidad en los vínculos.

Recomendaciones desde mi práctica profesional:

✅ Crear momentos diarios sin pantallas para compartir y conversar.
✅ Enseñar a los niños a poner nombre a lo que sienten.
✅ Establecer límites claros, con afecto y coherencia.
✅ Practicar la escucha activa (sin interrumpir, sin juzgar).
✅ Validar las emociones, incluso cuando no estemos de acuerdo.
✅ Cuidar también la salud mental de los adultos en casa.

Conclusión: La familia como factor protector

La familia puede ser un factor de riesgo o un factor protector para la salud mental.
No buscamos perfección, buscamos construir vínculos seguros donde cada miembro pueda ser visto, escuchado y respetado.

En este Día Internacional de la Familia, mi invitación es a reflexionar:

🔹 ¿Qué tipo de experiencias emocionales estamos ofreciendo en casa?
🔹 ¿Cómo podemos mejorar la forma en que nos comunicamos y acompañamos?

Porque cuidar de la familia es cuidar de nuestra salud mental, desde la raíz.

Rosa Bernal Hernández
Psicóloga Mg. en Neurociencias | Especialista en Infancia y Adolescencia | Psicología Cognitivo-Conductual

El poder de la duda: Cómo la neurociencia explica la confianza y nos impulsa a crecer

¡Hola a todos!
Hoy quiero hablarles sobre un tema fascinante y muy relevante en nuestra vida diaria: la relación entre la inteligencia, el poder y la confianza en uno mismo, desde la perspectiva de la neurociencia y la salud mental.

¿Alguna vez te has preguntado por qué algunas personas, especialmente en posiciones de poder, parecen estar tan seguras de sí mismas, incluso sin tener toda la información? ¿Y por qué las personas más inteligentes suelen dudar de sus propias capacidades?

La ciencia tiene respuestas sorprendentes para esto. Y lo mejor: entenderlas puede ayudarte a fortalecer tu salud mental. ¡Prepárate para un viaje inspirador hacia el funcionamiento de nuestro cerebro!


🧠 Introducción: El enigma de la confianza y el poder

Imagina esta escena:

Estás en una discusión y alguien habla con total seguridad, aunque sabes que hay errores en su argumento. Mientras tanto, tú, que estudiaste el tema a fondo, dudas en corregirlo. ¿Te ha pasado?

No es casualidad. Nuestro cerebro y nuestra psicología influyen profundamente en cómo percibimos nuestra competencia. Comprender esto no solo nos da claridad, sino también herramientas para crecer.


📉 El Efecto Dunning-Kruger: Cuando menos sabemos, más creemos saber

En 1999, los psicólogos David Dunning y Justin Kruger publicaron un estudio revolucionario que identificó un patrón psicológico muy común:

  • Las personas con pocos conocimientos o habilidades tienden a sobreestimar su competencia. No son conscientes de lo que no saben, por eso creen que lo dominan todo.
  • Las personas más competentes, en cambio, subestiman sus habilidades, ya que entienden mejor la complejidad del tema.

Este fenómeno tiene un impacto directo en el liderazgo:
👉 La confianza se premia, incluso si no está respaldada por conocimiento.
👉 Los que proyectan seguridad (aunque no sean tan capaces) ascienden.
👉 Los más reflexivos pueden quedar atrás por sus dudas.

Pero, ¿cómo funciona esto en el cerebro?


🧬 La neurociencia detrás de la confianza y la duda

La neurociencia ofrece respuestas interesantes sobre este contraste entre confianza e inteligencia:

  • Corteza prefrontal: Responsable de la autorreflexión y la toma de decisiones. Las personas con mayor conocimiento muestran más actividad aquí, lo que las hace más críticas consigo mismas.
  • Sistema de recompensa: Cuando recibimos aprobación o sentimos seguridad, se libera dopamina, lo que refuerza la confianza. Las personas en el poder reciben más validación externa, lo que alimenta esa seguridad, aunque no siempre esté justificada.

🔍 En resumen:
El cerebro no siempre alinea confianza con competencia. A veces, la ignorancia genera seguridad, mientras que la inteligencia nos invita a cuestionarnos.


🧘‍♀️ Impacto en la salud mental: ¿Dudar o confiar en exceso?

Este fenómeno tiene implicaciones emocionales y psicológicas:

  • Las personas más inteligentes pueden desarrollar ansiedad o perfeccionismo, por sus constantes dudas.
  • Las personas con exceso de confianza, aunque menos preparadas, pueden tomar decisiones impulsivas, ignorar críticas y estancarse en su desarrollo.

¿La clave? La inteligencia emocional

Reconocer nuestras fortalezas y limitaciones de forma realista nos permite confiar sin arrogancia, y dudar sin paralizarnos.


🌳 Una analogía para entenderlo mejor

Imagina tu cerebro como un músculo:

  • Si no lo ejercitas, se debilita y te hace creer que lo sabes todo.
  • Si lo exiges demasiado sin descanso, se agota y te hace dudar.

Otra metáfora:
Un grupo camina por un bosque.
👉 El confiado corre sin mapa y se pierde.
👉 El que duda demasiado no avanza.
👉 Quien combina conocimiento y humildad, llega lejos y disfruta el camino.


✨ Un mensaje positivo: Abraza la duda, confía en tu crecimiento

No tienes que elegir entre ser ignorante y confiado o inteligente y dudoso.
La verdadera fortaleza está en la humildad intelectual: aceptar que no lo sabemos todo y usar nuestras dudas como impulso para aprender más.

🧩 Si alguna vez te sientes inseguro, recuerda: esa duda es señal de que estás pensando críticamente. ¡Eso es un superpoder!


🛠️ Consejos prácticos para encontrar el equilibrio

  1. Reflexiona con honestidad: Evalúa tus logros y tus áreas de mejora sin juzgarte.
  2. Pide retroalimentación: Te dará una visión más clara de tus capacidades reales.
  3. Celebra tus pasos: Cada avance, por pequeño que parezca, cuenta.
  4. Nunca dejes de aprender: La curiosidad es la base de una confianza auténtica.

📚 Fuentes confiables para profundizar


🌟 Cierre: Tú tienes el poder de crecer

Espero que este post te haya inspirado a ver tus dudas con nuevos ojos.
No son un defecto: son una invitación a mejorar.

Y si te enfrentas a alguien que parece tener todas las respuestas, recuerda:
👉 La verdadera inteligencia está en seguir preguntando.

¡Sigue adelante, sigue aprendiendo y confía en que cada paso te hace más fuerte! 💪🧠✨

No estás solo: 5 grandes dudas sobre ansiedad, estrés y bienestar emocional

La conversación sobre psicología y salud mental se ha disparado en los últimos años. Por ejemplo, en comparación con inicios de la década de 2000, las tasas de depresión y ansiedad han aumentado más de un 50%forbes.com. Temas como la ansiedad, el manejo del estrés o la superación de traumas personales están en boca de todos. En redes sociales esto es evidente: hashtags dedicados al bienestar mental (como #SaludMental o #Autocuidado) acumulan decenas de miles de millones de visualizaciones​newsroom.tiktok.com, reflejando el gran interés público. A continuación, exploramos los temas de psicología más buscados en 2024-2025 –desde la ansiedad hasta el desarrollo personal– aclarando dudas comunes y ofreciendo consejos prácticos. Nuestro tono será cálido pero profesional, como el de un amigo de confianza que también es psicólogo. 😊

1. Ansiedad: cuando la preocupación se vuelve abrumadora

La ansiedad encabeza la lista de inquietudes actuales. Muchas personas se preguntan: “¿Lo que siento es ansiedad normal o un trastorno de ansiedad?” La ansiedad es una reacción natural ante el estrés, pero cuando es intensa, persistente y sin un motivo claro, puede indicar un trastorno. Hoy la gente busca entender síntomas (palpitaciones, sudoración, pensamientos obsesivos) y herramientas para manejarlos.

Dudas comunes sobre ansiedad: “¿Cómo sé si tengo ansiedad?” “¿Qué hago durante un ataque de pánico?” La clave es reconocer las señales y saber que no estás solo. Técnicas de respiración profunda, mindfulness y ejercicio regular son estrategias efectivas para aliviar la ansiedad cotidiana. Por ejemplo, practicar respiración diafragmática o grounding (enfocar los sentidos en el presente) puede ayudar a calmar la mente. También es importante normalizar buscar ayuda profesional: la terapia cognitivo-conductual y, en casos necesarios, la medicación, han demostrado ser muy efectivas. Hablar abiertamente de ansiedad –en foros, con amigos o en terapia– está dejando de ser tabú, lo que ayuda a que más personas busquen las respuestas y apoyo que necesitan.

Tip práctico: Si sientes ansiedad, intenta llevar un registro en un diario de cuándo ocurre y qué la desencadena. Identificar patrones es el primer paso para gestionarla mejor.

2. Estrés crónico y burnout: el precio de la vida moderna

El estrés es otro tema omnipresente. Vivimos en un mundo acelerado, y es común preguntarse “¿Cómo puedo manejar el estrés diario antes de quemarme?”. A corto plazo, el estrés nos puede motivar, pero el estrés crónico prolongado afecta la salud física y mental (puede contribuir a insomnio, problemas cardíacos y ansiedad). Conceptos como burnout (síndrome de agotamiento por exceso de trabajo o estudios) se han popularizado porque muchos se sienten exhaustos tratando de equilibrar trabajo, familia y vida personal.

Dudas comunes sobre estrés: “¿Cómo diferenciar estrés de ansiedad?” “¿Qué técnicas funcionan para reducir el estrés?” Una diferencia clave es que el estrés suele tener un factor desencadenante externo identificable (ejemplo: entregas en el trabajo, un examen), mientras la ansiedad puede persistir incluso sin estresores claros. Para manejar el estrés, los psicólogos recomiendan hábitos de autocuidado simples pero efectivos:

  • Establecer límites: aprender a decir “no” y reservar tiempo para uno mismo.
  • Técnicas de relajación: meditación, yoga o escuchar música suave antes de dormir.
  • Organización del tiempo: usar listas de tareas y priorizar, para evitar sentirse abrumado.
  • Contacto social: hablar con amigos o seres queridos; el apoyo social reduce el estrés percibido.

Incluir pausas activas en la jornada (aunque sea levantarse a dar una breve caminata o estirarse) ayuda a romper el ciclo del estrés continuo. Y si el estrés te sobrepasa, nuevamente, buscar ayuda de un profesional no solo es válido sino recomendable. No hay que esperar a “estar al límite” para cuidar de nuestra salud mental.

3. Estado de ánimo y depresión: cuando la tristeza pesa demasiado

La depresión es otra gran preocupación del público, aunque a veces cuesta hablar de ella abiertamente. Preguntas frecuentes son “¿Estoy deprimido o solo triste?” “¿Cómo se siente exactamente la depresión?”. Aclarar esta duda es crucial: la tristeza es una emoción humana normal, pero la depresión clínica es más que estar triste por unos días. Incluye falta de interés en actividades, cansancio extremo, sentimientos de culpa o desesperanza, y puede durar semanas o meses.

En 2024, con una mayor sensibilización, muchas personas buscan información para reconocer signos tempranos en sí mismos o en sus seres queridos. Saben que las tasas de depresión han aumentado en la población​forbes.com, por lo que entenderla se vuelve vital. Es común preguntarse si cierto cansancio o apatía podrían ser depresión.

¿Qué hacer si sospechas depresión? Primero, quitar el estigma: la depresión es una condición médica tratable, no una “debilidad de carácter”. Estrategias útiles incluyen: mantener rutinas de sueño regulares, actividad física (aunque cueste, el ejercicio tiene efecto antidepresivo) y apoyarse en amigos/familia. Pero el paso más importante suele ser hablar con un profesional. La terapia (por ejemplo, la terapia cognitivo-conductual) y en ocasiones los antidepresivos, pueden marcar una gran diferencia en la recuperación. Recordatorio: Si tienes pensamientos de desesperanza intensa o suicidas, busca ayuda de inmediato; hay líneas de ayuda y profesionales preparados para asistirte. No estás solo, la ayuda existe.

Nota: Cada vez es más común ver en redes testimonios honestos sobre depresión. Esto ayuda a muchos a reconocer que lo que sienten tiene nombre y tratamiento, y les anima a buscar apoyo.

4. Trauma emocional: entendiendo y sanando las heridas del pasado

El interés por los traumas psicológicos ha crecido notablemente. Términos como “trauma de la infancia” o “heridas emocionales” aparecen en tendencias de búsquedas y en conversaciones en línea. La gente pregunta: “¿Puede un evento de mi pasado afectarme hoy?” “¿Qué es el TEPT (PTSD)?”. Un trauma es una experiencia abrumadora (un accidente, violencia, abuso, pérdida significativa, etc.) que excede la capacidad de la persona para afrontarla en ese momento. Incluso años después, un trauma no procesado puede manifestarse en forma de ansiedad, pesadillas, hipervigilancia o dificultades en las relaciones.

Dudas comunes sobre trauma: “¿Cómo sé si tengo trauma no resuelto?” “¿Se puede superar un trauma?”. Los expertos en salud mental enfatizan que sí es posible sanar, con tiempo y apoyo adecuados. Terapias especializadas, como la terapia cognitivo-conductual enfocada en trauma, EMDR (reprocesamiento y desensibilización por movimientos oculares) o grupos de apoyo, han ayudado a muchos a recuperarse. Un punto de tendencia: la idea de “trauma intergeneracional” –cómo patrones de trauma pueden pasar de padres a hijos– genera curiosidad, al igual que prácticas de “inner child work” (sanar al “niño interior”).

Para quien sospecha arrastrar un trauma, las recomendaciones incluyen: informarse (hay libros y recursos sobre trauma psicológico), ser paciente consigo mismo y considerar buscar un terapeuta con enfoque en traumas. Validar las emociones es importante: entender que es normal sentir miedo, ira o tristeza vinculados a lo que pasó. Muchos encuentran alivio al poner en palabras su historia en un entorno seguro. Recuperarse es un proceso, pero con ayuda profesional y apoyo de la comunidad adecuada, las personas logran retomar el control de sus vidas.

5. Bienestar emocional y autocuidado: claves para una mente sana

Otro gran tema de interés en 2024 es el bienestar emocional y el famoso autocuidado. Después de años complicados a nivel global, hay un boom de contenido sobre mindfulness, meditación, journaling (llevar un diario) y otros hábitos para mejorar el estado de ánimo. De hecho, el hashtag #Autocuidado tiene más de 50 mil millones de vistas en TikTok​newsroom.tiktok.com, lo que muestra que cuidar de la salud mental es tendencia y necesidad a la vez.

¿Qué abarca el bienestar emocional? Incluye aprender a gestionar las emociones diarias, mantener un equilibrio entre las obligaciones y el descanso, cultivar pensamientos positivos realistas y practicar hábitos que nos hacen sentir bien (desde dormir lo suficiente hasta dedicar tiempo a hobbies gratificantes).

Dudas comunes en este ámbito: “¿Cómo empiezo a meditar si nunca lo he hecho?” “¿Qué hábitos diarios mejoran la salud mental?”. Un enfoque efectivo es la psicología positiva, que se centra en fomentar emociones positivas, resiliencia y propósito de vida. Ejercicios sencillos como anotar tres cosas buenas que te sucedieron cada día (practicar la gratitud) o dedicar 10 minutos a una meditación guiada pueden, con constancia, mejorar notablemente el bienestar emocional.

Además, se anima mucho a la autoeducación: hoy existen apps de meditación, podcasts de psicología, libros de desarrollo personal y challenges en redes sobre autocuidado. Consumir este contenido de calidad puede darte ideas y motivación para implementar cambios saludables. Eso sí, hay que ser crítico y escoger fuentes confiables (no todos los consejos virales en redes están avalados por la ciencia). Al final, el mensaje clave es que invertir tiempo en ti mismo no es egoísta, es necesario. Cuando cuidas tu bienestar emocional, puedes enfrentar mejor el estrés, la ansiedad u obstáculos que aparezcan.

6. Desarrollo personal y crecimiento: mente en constante evolución

Por último, el desarrollo personal se mantiene como un tema muy buscado, estrechamente ligado a la salud mental. Aquí entran cuestiones como “¿Cómo aumento mi autoestima?” “¿Cómo puedo ser más resiliente?” “Quiero crecer personalmente, ¿por dónde empiezo?”. La gente anhela no solo estar bien, sino estar mejor: potenciar sus habilidades mentales y emocionales para alcanzar sus metas y sentirse realizados.

Tendencias en desarrollo personal: conceptos como mindset (mentalidad) han calado hondo. Por ejemplo, se habla mucho de tener una mentalidad de crecimiento (creer que podemos mejorar con esfuerzo y aprendizaje, versus pensar que “somos así y no cambiamos”). Este enfoque ayuda a afrontar retos con optimismo y persistencia. También destaca la inteligencia emocional: la capacidad de reconocer y regular nuestras emociones y las de los demás. Aprender sobre inteligencia emocional está de moda porque mejora relaciones y manejo del estrés.

Además, prácticas de productividad saludable (como el método “Atomic Habits” para construir hábitos positivos gradualmente) y establecimiento de metas SMART (específicas, medibles, alcanzables, relevantes y temporales) son populares. Todo esto entra en el paraguas de desarrollo personal y crecimiento emocional.

Consejos para quienes buscan crecer personalmente:

  • Autoevaluación periódica: reflexiona sobre tus fortalezas y áreas de mejora.
  • Aprendizaje continuo: cursos, libros o talleres sobre habilidades que te interesen (desde comunicación asertiva hasta técnicas de relajación).
  • Buscar mentores o apoyo: puede ser un coach, un terapeuta o alguien de confianza que te guíe y motive.
  • Celebrar tus logros (aunque sean pequeños): el refuerzo positivo te anima a seguir avanzando.

Lo importante es entender que el desarrollo personal no es una carrera con otros, sino un camino propio. Cada pequeño paso cuenta (por ejemplo, aprender a decir “me equivoqué, pero puedo mejorar” en lugar de hundirte en la culpa). Con paciencia y constancia, verás cambios reales en tu bienestar y crecimiento.

¿Cómo saber si es ansiedad o estrés? Guía práctica para identificarlo y qué hacer

Introducción

En el mundo actual, palabras como estrés y ansiedad son cada vez más comunes.
Pero, ¿sabías que aunque se parecen, son condiciones diferentes y requieren estrategias distintas para tratarlas?

En esta guía práctica aprenderás cómo identificar si lo que sientes es estrés o ansiedad, y cómo dar el primer paso hacia tu bienestar emocional.


¿Qué es el estrés?

El estrés es una respuesta natural del cuerpo ante demandas externas.
Es como un sistema de alarma interno que te prepara para enfrentar situaciones desafiantes (un examen, un proyecto, una mudanza).

  • Características comunes del estrés:
    • Suele ser temporal.
    • Está vinculado a una causa concreta.
    • Mejora al solucionar el problema.

Ejemplo:
Te estresas antes de una entrevista de trabajo, pero al terminar, el malestar desaparece.


¿Qué es la ansiedad?

La ansiedad, en cambio, es más profunda.
Es una preocupación excesiva que puede aparecer sin una causa clara o permanecer incluso después de que el problema ha pasado.

  • Características comunes de la ansiedad:
    • Es persistente.
    • Puede no tener un origen evidente.
    • Afecta seriamente tu calidad de vida.

Ejemplo:
Después de una entrevista exitosa, sigues sintiendo un miedo intenso a fallar en el futuro, sin motivo real.


Principales diferencias entre estrés y ansiedad

CaracterísticaEstrésAnsiedad
DuraciónTemporalPersistente
CausaIdentificableA menudo difusa o inexistente
Respuesta físicaAdaptativa (a corto plazo)Puede ser incapacitante
SoluciónResolver el problema externoTratamiento emocional necesario

¿Cuándo debes buscar ayuda psicológica?

Aunque ambas condiciones pueden ser normales en ciertos momentos, debes buscar ayuda si:

  • Tus síntomas duran más de dos semanas.
  • Sientes que pierdes el control sobre tus emociones.
  • Tu desempeño en el trabajo, relaciones o salud se está viendo afectado.
  • Aparecen síntomas físicos persistentes (taquicardia, sudoración, falta de aire).

¿Cómo puede ayudarte la terapia psicológica?

Un proceso terapéutico te permitirá:

  • Identificar las causas reales de tu estrés o ansiedad.
  • Aprender herramientas prácticas de regulación emocional.
  • Trabajar en la raíz del problema, no solo en los síntomas.
  • Reconstruir tu autoestima y tus estrategias de afrontamiento.

Recuerda: no estás solo. Hay caminos para recuperar la tranquilidad y vivir mejor.


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¿Por qué mi hijo tiene rabietas?

Guía neurocientífica para entender el cerebro infantil

Introducción

Las rabietas o berrinches infantiles son una de las mayores preocupaciones de madres y padres, sobre todo cuando suceden en público, de forma explosiva o aparentemente “sin motivo”. Pero, ¿sabías que detrás de cada rabieta hay un cerebro en desarrollo que está aprendiendo a regularse?

Entender qué pasa dentro del cerebro de tu hijo cuando tiene una rabieta es clave para acompañarlo con empatía y herramientas que realmente funcionen. Esta guía combina psicología y neurociencia para que comprendas por qué ocurren las rabietas, cómo gestionarlas y cómo ayudar a tu hijo a madurar emocionalmente.


¿Qué es una rabieta y por qué ocurre?

Una rabieta es una explosión emocional provocada por la incapacidad del niño para gestionar una frustración o deseo no cumplido. Su cerebro, aún inmaduro, no puede autorregularse como lo haría el de un adulto.

Desde la neurociencia, esto se entiende como una respuesta del sistema límbico (especialmente la amígdala), que es la parte del cerebro encargada de reaccionar ante emociones intensas como miedo, ira o tristeza. En los niños, esta zona está hiperactiva y la corteza prefrontal —la región que regula las emociones y toma decisiones racionales— aún está en desarrollo.

🧠 Según el Center on the Developing Child de Harvard, el cerebro infantil no alcanza una madurez reguladora significativa sino hasta después de los 5-6 años, y sigue desarrollándose hasta los 20 o 25 años.
📖 Fuente: Harvard – Brain Architecture


Fases del cerebro durante una rabieta

  1. Activación emocional intensa (amígdala): el niño experimenta frustración, miedo o enojo.
  2. Bloqueo de la razón (corteza prefrontal): no puede pensar lógicamente ni calmarse solo.
  3. Descarga física o verbal: llora, grita, golpea o se tira al suelo.
  4. Recuperación emocional: si se siente contenido, puede comenzar a calmarse.

¿Es normal que un niño tenga rabietas?

Sí, totalmente. Las rabietas son parte del desarrollo emocional y un indicador de que el niño está aprendiendo a gestionar emociones. De hecho, estudios como los de la American Academy of Pediatrics indican que:

  • El 87% de los niños entre 18 meses y 4 años tiene rabietas ocasionales.
  • Solo se consideran preocupantes si son muy frecuentes, intensas o violentas.

📖 Fuente: AAP – Managing Tantrums


¿Qué factores influyen en las rabietas?

  • Edad y madurez emocional: Cuanto más pequeño, más intensas pueden ser.
  • Falta de lenguaje verbal: Si no puede expresar lo que siente, lo hace con el cuerpo.
  • Cansancio, hambre o sobreestimulación: Son detonantes muy comunes.
  • Ambiente emocional: El estrés familiar, la falta de límites claros o modelos de agresividad también influyen.

¿Qué hacer durante una rabieta?

💡 Aquí algunas estrategias con respaldo científico:

  1. Mantén la calma: Tu regulación emocional modela la suya.
  2. No respondas con gritos ni castigos físicos: Esto activa aún más su sistema límbico.
  3. Valida sus emociones sin ceder ante la conducta: “Sé que estás enojado porque querías eso, y es difícil. Estoy aquí contigo”.
  4. Usa contacto físico si es apropiado: Un abrazo o tomarle la mano puede ayudar a regular el sistema nervioso.
  5. Redirige su atención cuando esté listo: Una vez calmado, ofrece una alternativa o solución.

📖 Fuente: Siegel & Bryson, “El cerebro del niño” – Resumen científico del enfoque de regulación emocional


¿Qué evitar?

🚫 Decir frases como “deja de llorar” o “eso no es para tanto”: minimiza sus emociones y no le enseña cómo regularlas.
🚫 Ceder siempre para que deje de llorar: refuerza la conducta explosiva como vía para conseguir lo que desea.
🚫 Ignorar si la rabieta es muy intensa: el niño no necesita soledad, necesita co-regulación.


¿Cuándo buscar ayuda profesional?

  • Si las rabietas ocurren más de 5 veces al día, con intensidad alta.
  • Si hay autolesión, agresión a otros o destrucción de objetos.
  • Si el niño no logra calmarse ni con acompañamiento.
  • Si los padres se sienten constantemente desbordados, culpables o frustrados.

La intervención psicológica puede ayudar tanto al niño como a la familia a construir herramientas emocionales saludables desde la infancia.


Conclusión

Las rabietas son una parte natural —aunque difícil— del crecimiento infantil. Tu hijo no está siendo “maleducado” ni “manipulador”: está aprendiendo a vivir sus emociones, y necesita que tú seas su guía emocional.

Comprender el cerebro infantil desde la neurociencia no solo te ayudará a manejar las rabietas, sino a construir un vínculo más sano, seguro y duradero con tu hijo.

🧠 ¿Necesitas orientación profesional en este proceso? Estoy aquí para acompañarte con estrategias personalizadas y afectivas.
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Fuentes científicas y confiables

10 señales de que necesitas apoyo psicológico y no lo sabías

Introducción

Buscar apoyo psicológico todavía es, para muchas personas, una decisión que se toma solo cuando ya no hay salida o cuando se enfrentan situaciones extremas. Sin embargo, la salud mental, al igual que la física, puede deteriorarse de manera silenciosa y progresiva.

¿Y si existieran señales tempranas que estás pasando por alto?
¿Y si tu cuerpo y mente ya están intentando hablarte?

Este artículo tiene como objetivo ayudarte a identificar esas señales sutiles pero importantes que podrían estar indicando que necesitas acompañamiento profesional, aunque nunca te lo hayas planteado.


1. Cambios constantes en el estado de ánimo sin una causa clara

Si pasas de la euforia a la tristeza o de la calma a la irritabilidad con frecuencia, sin que haya un motivo evidente, esto podría indicar desequilibrios emocionales. Muchas personas minimizan estos cambios, atribuyéndolos al cansancio o al estrés del día a día, pero en realidad podrían ser síntomas de ansiedad, depresión o incluso trastornos afectivos.


2. Sensación de estar desconectado de ti mismo o del entorno

¿Alguna vez has sentido que estás en piloto automático? Como si vivieras los días desde fuera, sin presencia real, sin entusiasmo ni conexión con lo que haces. Esa desconexión puede ser una forma de protección psicológica frente al dolor emocional. Es común en cuadros de trauma no resuelto, estrés crónico o disociación.


3. Fatiga constante y falta de motivación

No hablamos solo de cansancio físico, sino de una sensación de agotamiento emocional, donde incluso levantarte de la cama o realizar tareas simples se vuelve difícil. La fatiga mental puede impedirte disfrutar de actividades que antes te gustaban. Es una alerta común en la depresión y el burnout.


4. Cambios drásticos en el apetito o el sueño

Dormir demasiado o no poder dormir. Comer compulsivamente o perder el apetito. Estos cambios, cuando se presentan de manera constante, son manifestaciones de que algo no está bien emocionalmente. El cuerpo suele reaccionar así ante la ansiedad o el dolor psíquico.


5. Evitar el contacto social

¿Has comenzado a rechazar reuniones, llamadas, o incluso mensajes? Aunque todos necesitamos momentos de soledad, el aislamiento excesivo es un mecanismo de defensa frecuente ante el sufrimiento emocional. Es una de las señales más claras de que el malestar interno está afectando tu vida social.


6. Dificultad para concentrarte o tomar decisiones

Cuando tu mente está sobrecargada por preocupaciones o ansiedad, incluso las tareas más pequeñas pueden parecer abrumadoras. La dificultad para mantener la concentración o decidir entre opciones simples puede ser una señal de que estás emocionalmente agotado o mentalmente colapsado.


7. Autocrítica constante o pensamientos negativos sobre ti mismo

¿Sientes que nada de lo que haces es suficiente? ¿Te repites constantemente frases como “no valgo”, “soy un fracaso”, “no sirvo para esto”? La autocrítica extrema afecta profundamente la autoestima y puede ser indicativo de distorsiones cognitivas propias de trastornos del estado de ánimo.


8. Uso de sustancias o hábitos poco saludables como escape

Recurres al alcohol, la comida en exceso, redes sociales o incluso medicamentos para evitar pensar en lo que te duele. Este patrón puede iniciar como una forma de “desconectarte”, pero a largo plazo puede convertirse en dependencia emocional o adicción.


9. Malestares físicos frecuentes sin causa médica aparente

Dolores de cabeza, contracturas musculares, molestias estomacales… Cuando los exámenes médicos salen bien pero el dolor persiste, muchas veces el origen está en lo emocional. El cuerpo expresa lo que la mente no puede verbalizar.


10. Pensamientos repetitivos de desesperanza o inutilidad

Pensar que nada mejorará, que no hay un propósito o que ya no puedes más, aunque no haya intención suicida, es una señal muy seria de que necesitas apoyo psicológico urgente. Este tipo de pensamiento puede crecer silenciosamente hasta volverse una sombra constante.


Conclusión

Si te identificas con una o más de estas señales, no lo ignores. Pedir ayuda no te hace débil, te hace valiente y consciente de que tu bienestar es prioridad. La salud mental es parte fundamental de una vida plena, y todos, absolutamente todos, podemos beneficiarnos del acompañamiento profesional en algún momento.

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Fuentes confiables

Neurociencia para Todos: ¿Qué Pasa en Tu Cerebro Cuando Estás Estresado?

Por Rosa Bernal Hernández – Psicóloga Especialista en Infancia, Adolescencia y Juventud | Neurocientífica


Introducción

El estrés es una de las respuestas más comunes del cuerpo ante las demandas de la vida diaria. Pero, ¿sabías que el estrés crónico puede literalmente cambiar la estructura de tu cerebro?

Como psicóloga y neurocientífica, veo todos los días cómo el estrés impacta la salud mental y física de las personas. En este artículo quiero explicarte cómo reacciona tu cerebro frente al estrés, qué consecuencias tiene a largo plazo y qué puedes hacer para protegerte desde hoy.


⚠️ ¿Qué es el estrés?

El estrés es una reacción fisiológica y psicológica natural frente a una amenaza o desafío. En situaciones puntuales, puede ayudarnos a responder con rapidez y eficiencia. Sin embargo, el estrés constante y no gestionado se convierte en un problema serio de salud.


🧠 ¿Qué ocurre en tu cerebro cuando estás estresado?

Cuando percibes una amenaza (real o imaginaria), tu amígdala, que es el centro del miedo en el cerebro, se activa de inmediato. Esto envía señales al hipotálamo, que pone en marcha la respuesta de “lucha o huida” a través del eje HPA (hipotálamo-hipófisis-adrenal).

Esto provoca la liberación de cortisol, la hormona del estrés. El problema es que cuando esta respuesta se mantiene activa durante días o semanas, el exceso de cortisol empieza a afectar estructuras clave:

  • Hipocampo: reduce su tamaño y eficiencia. Afecta la memoria y el aprendizaje.
  • Corteza prefrontal: se vuelve menos activa. Afecta la toma de decisiones y el control emocional.
  • Amígdala: se vuelve hiperreactiva. Aumenta la ansiedad y el miedo irracional.

🔬 Estudios de neuroimagen han demostrado que personas expuestas a estrés crónico muestran cambios físicos en estas regiones cerebrales (National Institutes of Health).


🧬 ¿Y qué dice la neurociencia positiva?

La buena noticia es que el cerebro también tiene la capacidad de adaptarse y sanar. Esto se llama neuroplasticidad. Al practicar hábitos saludables, puedes reducir los efectos del estrés e incluso regenerar las áreas afectadas.

💡 Un artículo publicado en Nature Reviews Neuroscience resaltó que intervenciones como el ejercicio físico, el mindfulness y la terapia cognitivo-conductual tienen efectos positivos en la recuperación neuronal (Nature Reviews Neuroscience).


✅ ¿Cómo puedes proteger tu cerebro del estrés?

Aquí tienes algunas prácticas basadas en evidencia:

  1. Meditación mindfulness
    Reduce el volumen de la amígdala y mejora la conectividad en la corteza prefrontal.
    Harvard Gazette – Mindfulness
  2. Ejercicio aeróbico regular
    Estimula el crecimiento del hipocampo.
    Frontiers in Human Neuroscience – Exercise and Brain
  3. Dormir bien (7-8 horas)
    Regula la producción de cortisol y favorece la consolidación de la memoria.
    NIH – Sleep and Brain Health
  4. Terapia psicológica
    Mejora la autorregulación emocional y cambia patrones de pensamiento.
    APA – Efficacy of Psychotherapy
  5. Practicar gratitud y compasión
    Aumenta los niveles de dopamina y serotonina.
    Greater Good Science Center – Gratitude

👩‍⚕️ ¿Cómo puedo ayudarte como psicóloga y neurocientífica?

En mi consulta trabajo con estrategias basadas en la ciencia para ayudarte a:

  • Reconocer las fuentes de tu estrés
  • Fortalecer tu sistema nervioso
  • Recuperar tu bienestar mental y físico
  • Aprender a regular tus emociones

Mi enfoque es empático, cercano y respaldado por la neurociencia actual.


📅 ¿Sientes que el estrés te está afectando más de lo que debería?

Agenda una cita conmigo y comencemos a trabajar en tu salud cerebral desde hoy.

¿Qué es la Salud Mental y por qué deberías cuidarla todos los días?

Por Rosa Bernal Hernández – Psicóloga Especialista en Infancia, Adolescencia y Juventud | Neurocientífica


Introducción

La salud mental no es solo la ausencia de enfermedad. Es un estado de bienestar en el que cada persona puede desarrollar su potencial, afrontar el estrés cotidiano, trabajar de forma productiva y contribuir a su comunidad. Sin embargo, en un mundo donde el ritmo acelerado, las presiones sociales y la hiperconectividad son la norma, cuidar la salud mental diaria se ha vuelto más urgente que nunca.

En este artículo quiero ayudarte a comprender qué es la salud mental, por qué deberías priorizarla todos los días y cómo la psicología y la neurociencia pueden darte herramientas prácticas para lograrlo.


🧩 ¿Qué es la Salud Mental?

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la salud mental es un “estado de bienestar en el cual el individuo se da cuenta de sus propias aptitudes, puede afrontar las tensiones normales de la vida, trabajar productivamente y contribuir a su comunidad”.

La salud mental no es estática. Cambia a lo largo de la vida, influida por factores genéticos, ambientales, sociales y emocionales. Afecta cómo pensamos, sentimos, actuamos y nos relacionamos con los demás.


⚠️ ¿Por qué es importante cuidarla a diario?

La evidencia científica es clara: el deterioro de la salud mental puede comenzar de forma silenciosa y progresiva. La ansiedad, la depresión, el estrés crónico y los trastornos del sueño son solo algunas manifestaciones comunes. Descuidarla puede afectar:

  • Las relaciones personales
  • El rendimiento laboral o académico
  • La salud física (por la conexión mente-cuerpo)
  • El sentido de propósito y satisfacción vital

💡 Estudios de Harvard Medical School han mostrado que incluso pequeñas prácticas diarias de autocuidado pueden reducir hasta en un 30% los niveles de estrés crónico y aumentar significativamente la resiliencia emocional.


🧬 ¿Qué dice la neurociencia?

La neurociencia ha demostrado que el cerebro es un órgano plástico. Esto significa que tiene la capacidad de adaptarse y cambiar a lo largo de la vida, lo que se conoce como neuroplasticidad.

Cuando incorporamos hábitos positivos, como la meditación, la gratitud o la actividad física, estamos literalmente reestructurando nuestras conexiones neuronales para favorecer estados de calma, enfoque y bienestar.

Un estudio publicado en Nature Reviews Neuroscience evidenció cómo prácticas como el mindfulness activan regiones cerebrales como la corteza prefrontal y el hipocampo, al mismo tiempo que reducen la activación de la amígdala (respuesta al miedo).


✅ Estrategias prácticas para cuidar tu salud mental diariamente

  1. Practica la gratitud
    Llevar un diario de gratitud mejora el estado de ánimo y la percepción de la vida.
    Fuente: Journal of Personality and Social Psychology
  2. Muévete todos los días
    Caminar, bailar o hacer yoga libera endorfinas y serotonina.
    Fuente: Mayo Clinic
  3. Desconéctate de las pantallas por momentos
    El uso excesivo de redes sociales se asocia con trastornos de ansiedad y depresión.
    Fuente: Journal of Adolescent Health
  4. Duerme bien
    Un cerebro descansado regula mejor las emociones.
    Fuente: Sleep Health, 2021
  5. Busca acompañamiento profesional cuando lo necesites
    Ir al psicólogo no es un signo de debilidad, sino de valentía. La intervención oportuna mejora significativamente el pronóstico.

👩‍⚕️ ¿Cómo te puedo ayudar como psicóloga y neurocientífica?

Desde mi consulta, trabajo con un enfoque integral que une la psicología clínica con herramientas de neurociencia aplicada. Mi misión es ayudarte a entender lo que sientes, sanar desde la raíz y acompañarte en tu camino hacia una vida más plena.


📅 ¿Quieres comenzar a cuidar tu salud mental hoy mismo?

🧾 Referencias científicas

  • OMS. (2001). Salud mental: fortaleciendo nuestra respuesta.
  • Harvard Health Publishing. (2023). Simple steps to boost your emotional health.
  • Davidson RJ, McEwen BS. (2012). Social influences on neuroplasticity. Nature Reviews Neuroscience.
  • Emmons, R.A. & McCullough, M.E. (2003). Counting blessings. Journal of Personality and Social Psychology.
  • Twenge JM, et al. (2020). Social media and mental health. Journal of Adolescent Health.
  • Sleep Health. (2021). Impact of sleep on emotional regulation.